BUENOS AIRES.- Entre los múltiples rasgos que distinguen a un superclásico está la nula importancia de los antecedentes inmediatos: la motivación en estos casos es tan especial que llegar dulce o en la miseria da prácticamente igual. Tan fuera de la burbuja queda el presente que arrastra cada uno que muchas veces fue el que andaba de capa caída el que terminó bailando a su archirrival.
"Estos partidos no se miden por cómo llega cada uno, son clásicos y los clásicos hay que ganarlos". Con esas palabras refrescó Santiago Silva la filosofía Boca-River.
Será la primera vez del delantero en el duelo mayor del fútbol argentino. Pero aunque así sea, el "Tanque" conoce sobradamente el manual de juego en estos casos:"seguramente va a ser muy duro. Habrá mucha pelota trabada, por lo que hay que poner mucho empeño, garra y huevo", para rematar con el archiconocido el equipo que menos se equivoque es el que va a ganar.
Y ese va a ser Boca, según el Pelado. "El domingo me imagino ganando el clásico y disfrutando con mis compañeros", aventuró, como para ir sazonando un encuentro cuyo premio será una o dos fechas más de oxígeno ante la permanente presión de los hinchas.
"A ellos tenemos que mandarles un mensaje dentro de la cancha, ganando", estableció Martín Aguirre. "Por eso vamos a salir a ganar desde el primer minuto. No sirve especular", añadió el mediocampista de River, que sin embargo duda del ganar como sea.
"Debemos jugar de una manera intensa y pegar donde más le duela al rival. El primero que se equivoque será el que sufra", adelantó.
¿Podrá contar la banda roja con David Trezeguet? No se sabe. El artillero volvió a viajar a Francia por motivos personales, pero su vuelo de regreso se demoró un día, así que debió contratar otra aerolínea para tratar de llegar a tiempo. Por lo pronto, un optimista Matías Almeyda decidió incluirlo en el 11 titular. Aunque llegue sobre la hora.
Sobreprecios
La enorme expectativa por el primer superclásico oficial desde la vuelta de River a Primera se reflejó en la subasta por internet: se ofrecen entradas a valores de entre $1.800 y $3.000. Fue tal la demanda que los dirigentes de River llegaron a plantearse restringir la venta de entradas únicamente a los socios. (Télam-Especial).